Hace cuatro años, una vez terminado el jardín, pusimos en marcha el plan basura 0, nos dimos cuenta que no estábamos aprovechando la basura orgánica y lo más grave aún, a diario sacábamos bolsas de basura, a sabiendas del perjuicio que esta trae al planeta. Hicimos un plan de cambio, donde todos tuvimos que colaborar. Logramos organizarnos, empezamos de apoco, separando lo orgánico del resto, en un tacho especial. Comenzamos a enterrar la basura en los perímetros, entre planta y planta, después de un año, pusimos lombrices de California, las cuales comenzaron a transformar esa basura orgánica en humus. Luego de adaptarnos con este cambio, comenzamos a separar el resto de la basura, los plásticos van a un tarro, que cada dos semanas aprox. dejamos en el deposito verde de reciclado que esté en el supermercado Disco. Cambiamos el agua mineral de botella plástica por vidrio, eso hace que un envase sea reutilizable una y otra vez.
Con las latas preparamos plantines, todo sirve. Nuestro jardín, tiene mucha vida, gracias a la biodiversidad de especies, que vienen cada día, ya que fue concebido pensando en estas visitas. La tierra, que en está zona no es muy buena, con este proyecto logramos una tierra fértil, capaz de alojar y alimentar a todas las especies que fuimos sembrando a lo largo de todos estos años.
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